Hipótesis de C. Heusch sobre la génesis del Victorial de Gutierre Díaz de Games :



El tema de la génésis de la obra tiene suma importancia pues nos permite comprender cómo una obra en principio totalmente orientada hacia la figura del protagonista (que a su vez es quien encarga su redacción) se convierte, al final, en la autoproclamación del autor. En otras palabras, cómo el « libro de la historia » de Pero Niño se convierte en el « libro de Díaz de Games ».

Imagino por lo tanto dos redacciones en dos etapas cronológicamente bastante distintas. Pero lo más importante es que cada una de estas dos etapas tiene motivaciones distintas. Vamos a presentar las diferentes etapas de elaboración del texto victorialesco según el ordo naturalis que al fin y al cabo resulta lo más sencillo :



a) Redacción 0 : la hoja de servicio

1404 : el doncel PN es nombrado Capitán de una pequeña flota de galeras del rey Enrique III. Se trata de una ocasión extraordinaria para poder dar muestras a la corte de su valía militar y afianzar su elevación social y política. De ahí que posiblemente el mismo PN sea el principal instigador de unos textos brutos que habían de servir de « hoja de servicio » (diarios de a bordo, etc.) que presentar a Enrique III y asimismo de material utilizable para los historiógrafos reales.



b) Redacción 1 : el libro de mi historia

fin 1431 y post. a 1435 :

- Posible toma de conciencia por parte de PN de la laguna historiográfica de la Crónica real. Si nunca se iba a redactar la historia de los 10 últimos años del reinado de Enrique III, se hacía necesario suplir semejante laguna con la redacción de la Historia de PN, es decir su capitanía al frente de la flota de Enrique III y sus aventuras caballerescas en Francia (1404-1406), transformando los apuntes (redacción 0) tomados a vuelapluma por Games y tal vez otros.

- Concesión del título de conde : amén de conferir al personaje un rango social que volvía acaso menos inverosímil la idea de solicitar una crónica privada (la primera en la historia de la literatura romance castellana), dicha concesión plantea el problema de su justificación. Al no estar demasiado claras las razones de dicha concesión (se dice sólo que fue a ruego de Álvaro de Luna), PN corría el riesgo de incurrir en el « falso honor » tan criticado por aquel entonces (cf. Cadira de honor de J. Rodríguez del Padrón), es decir el de aquellos que medraban en la corte por mero favoritismo personal. Se hacía entonces urgentísimo « fabricar » un texto de exaltación caballeresca de la figura individual de PN, para demostrar que las « mercedes » recibidas en 1431 eran una especie de deuda o asignatura pendiente contraída con PN por la corona en 1406 y que no pudo realizarse a causa de la súbita defunción de Enrique III.

Así podría justificarse el encargo hecho al antiguo alférez, entonces ya escribano, del Libro de la historia del conde de Buelna que sería una especie de Victorial primitivo dedicado exclusivamente a la narración heroica de las dos expediciones marítimas de PN, entrelazando los modelos estéticos de los « libros de viajes » (necesidad de dar cuenta de lugares y hechos memorables) y de la biografía caballeresca (exaltación bélica, política y sentimental del héroe) y cuya culminación estribaría en la promesa hecha por Enrique III de « fazer grande honbre » a PN de ponerlo « en muy mayor estado » (p. 466), cosa que, como sabemos, no iba a realizarse hasta 1431. Este Victorial primitivo comprendería :

- algunas frases introductorias del final del proemio (aquellas esencialmente que remiten al tema de la adtestatio rei visae) ;

- la parte 2a del Victorial que conocemos, pero desprovista, creo yo, de las grandes digresiones a modo de « mar de historias » (Cuento de Bruto, Cuento de la doncella de las manos cortadas, Historia de Ricardo II, Enxemplo del Caballero inglés, Debate sobre Orgullo y Envidia, Historia de los reyes de Inglaterra y Francia y sus hijos, Alegoría del Viento, la Fortuna y Razón, Exemplum de Alfonso XI, Las maravillas de Anglia, Cuento de la hija del rey sajón) que crean una verdadera distorsión estética dentro de esa segunda parte (se ve claramente en el tipo de escritura, plagada de reflejos de « letrado » consabido, universitario, ausentes por otro lado del resto del texto de la 2a parte) y que son, a mi parecer, un añadido posterior, cuanto más que no presentan ningún interés para la exaltación de la figura de PN, al contrario, ya que hacen perder el hilo de la narración de los hechos del Capitán. Por otro lado, si eliminamos esas digresiones los enlaces textuales son demasiado claros para que sean casuales. Ej. en las p. 397 y 411 :

p. 397 : … mas pusieron enpresas e hordenaron justas por saber qué cavallero hera, e para quánto hera.

[digresión sobre los reyes de Inglaterra y Francia y sus hijos]

p. 411 : Los franceses justan por otra guisa que non fazen en España [se introduce el tema de la justa en la que va a participar PN con la observación didáctica preliminar en acorde con la estética de la « relación de viaje »].

Resulta imposible hacer hipótesis sobre el tiempo que tardó Games en redactar esa segunda parte sin digresiones (que cubre un 36% del Victorial definitivo). Lo que sí podemos suponer a partir del testimonio del testamento de PN es que en 1435, Games estaba en ello. ¿Cuándo se redactó entonces el 44% restante del Victorial y por qué ?



c) Redacción 2 : Liber victorialis, del libro de un linaje al « mar de historias »

En 1444, PN pide licencia a Juan II para retirarse de las armas. Por otro lado por esas fechas se halla sin descendencia masculina, sin nadie a quien dejar esa « fama » ganada tras tantos esfuerzos. El retiro de PN es un terrible error político pues tiene lugar pocos meses antes de la batalla de Olmedo (1445) y el fin definitivo de la influencia de los infantes de Aragón. Amén de perder la ocasión de granjearse sustanciosos tributos de guerra, pierde también la ocasión de desquitarse de las acusaciones de « enriquista » que le perseguían desde el « asalto de Tordesillas ». Ausencia de descendencia y el problema del apoyo de PN a las facciones enriquistas serían motivo suficiente para solicitar de nuevo los servicios de Games con la intención

1) de matizar las posiciones ideológicas de PN con respecto al bando « aragonés » (desafío caballeresco frente a la autoridad de Fernando de Antequera ; minimizar la participación en el asalto de Tordesillas ; ensalzar la lealtad a Juan II y la amistad con Alvaro de Luna…) : hacer en suma con la letra lo que hubiera podido hacer con las armas de haber participado en la batalla de Olmedo junto a Alvaro de Luna ;

2) de fabricar --mucho más allá del simple « libro de la gloria » de un episodio caballeresco del individuo PN (Victorial primitivo)-- un « libro de la fama » de los Niño que se pudiera sustituir a la transmisión familiar de fama, haciendo de PN el eje central de un linaje (en relación con sus antepasados y sus descendientes, todos ellos muertos) caracterizado por la lealtad a la Corona, un linaje « hermanado » con los reyes de Castilla (de ahí que hasta el famoso « petrismo » del abuelo pueda cobrar un sentido positivo). [piensen además en la importancia que tuvo el libro para los descendientes de PN] Ello implicaba una perspectiva mucho más totalizadora que pudiera incluir todo lo referente a PN y su linaje. De ahí esa estructura en 3 partes correspondientes a las tres edades del hombre, etc.

PERO, la historia no se acaba ahí pues este nuevo encargo cobra para el ya letrado Díaz de Games un cariz diferente. Sin duda entre esos años 1445-1448, tras el nuevo encargo de PN, el ya maduro Games, con un « bagage culturel » mucho más nutrido, concibe una obra de magnas dimensiones cuya estructura abierta y totalizadora (frente a la estrucutura cerradísima del Victorial primitivo), le va a permitir hacer no sólo ya el libro de los Niño sino su propio libro, « el libro de Games », en el que va a poder comportarse como verdadero auctor y dejar huella y constancia de su autoría (cf. p. 207. Obsérvese además que amén de un par de ocurrencias que pueden ser fruto de una relectura posterior, el « yo » de Games en la 2a parte aparece claramente ocultado a pesar de ser testigo ocular de los hechos : su « yo », su subjetividad de autor se afirma mucho más en las demás partes). Se encuentran PN y Games en una misma búsqueda de fama a través de dicha obra. Así Games cobra una libertad creativa que le permite incorporar no sólo toda la materia textual que a él le interesa (en particular todas esas caídas de príncipes del proemio y todas sus tomas de posición doctrinales, por ejemplo las de cuando « dize el auctor ») sino también toda la materia con la que sabe va a agradar a su público : así pues el Victorial puede convertirse, con todo ese « mar de historias » caballerescas, en un verdadero concentrado de literatura caballeresca donde vamos a hallar prácticamente todos los tipos de historias « verdaderas » y « fingidas » en boga entre los lectores del cuatrocientos. Ello produce las digresiones tan numerosas de la 2a parte, y esa estética creativa general en forma de « ensalada » que nada, ni siquiera las promesas falsamente estructurantes del principio, consigue ordenar : es un puzzle de textos gamesianos, la gran botella llena de papeles que Games lanza desesperadamente al océano del recuerdo.