École normale supérieure LSH (Lyon)
Études hispanophones et lusophones
Cours de M. Carlos Heusch
HISTOIRE LITTRAIRE DU MOYEN GE
[apuntes en complemento de las clases]
(siglos 14 y 15)
EVOLUCIN DE LA PROSA MEDIEVAL
HASTA EL SIGLO 15
APARICIN DE LA FICCIN
SENTIMENTAL
Importancia de la poesa de cancionero
Otras fuentes de la ficcin sentimental
Caractersticas de la ficcin
sentimental
Juan Rodrguez del Padrn y la primera
generacin de autores sentimentales
En la prosa medieval castellana debemos destacar 3 grandes gneros:
a)
Literatura sapiencial y
didctica => ensear;
b) Literatura cronstica (historiografa) => ejercer un
poder;
c)
Literatura de aventuras: viajes
y aventuras caballerescas => entretener.
Cmo evolucionan cada uno de estos gneros?
a) Hacia la tratadstica moral y la predicacin (tratados tericos en relacin con las enseanzas universitarias que de pronto interesan a un pblico de legos: Visin deleitable, Corbacho, obras de filsofos...). Pero tambin evoluciona hacia la cuentstica: colecciones de cuentos, fbulas, sentenciaros... (ver el libro de Marta Haro, Literatura de Castigos en la Edad Media, Arcadia de las Letras, 2003).
b) Continuacin de la obra historiogrfica alfons en el siglo 14: derivaciones de la Estoria de Espaa (son las "crnicas generales" segn la terminologa de Menndez Pidal: Segunda crnica general, Tercera crnica general, etc.): Crnica de veinte reyes, Crnica de Castilla, Crnica de 1344, Crnica de 1404... Adems, pervive y se afirma el concepto de "crnica real" con las diferentes crnicas sobre el reinado de Alfonso XI, las 4 crnicas de Pero Lpez de Ayala (1332-1406) sobre Pedro I, Enrique II, Juan I y Enrique III, las crnicas sobre Juan II (Crnica del Halconero, "crnica" de Alvar Garca de Santamara...) y las diferentes crnicas sobre Enrique IV. Las novedades del siglo 15 en el mbito historiogrfico estriban en los siguientes puntos:
1. Mezcla de historia y ficcin: Crnica sarracina de Pedro de Corral (ca 1430), sobre el rey Rodrigo y las aventuras del joven Pelayo. Un gran sector de los intelectuales coetneos considerarn esta obra como indigna de pertenecer a la disciplina histrica a causa de su gran ficcionalizacin (cf. Los juicios muy severos de Alonso de Cartagena y Fernn Prez de Guzmn).
2. Desarrollo fulgurante de la llamada "crnica particular": se inicia el gnero con el Victorial (redactado entre 1432 y 1447) que, en un mar de muchas historias (contiene tambin leyendas y ficciones), se cuentan los episodios principales de la vida del caballero castellano Pero Nio con la intencin de hacer de l el parangn de la perfecta caballera. Le sigue la Crnica de don lvaro de Luna (sin duda de Gonzalo Chacn) y los Hechos del condestable don Miguel Lucas de Iranzo.
3. Desarrollo de las biografas: Generaciones y semblanzas de F. Prez de Guzmn y, ms tarde, los Claros varones de Espaa de F. del Pulgar.
c) El siglo 14 es el momento del desarrollo de la literatura de ficcin caballeresca que pasa a ser la principal literatura de entretenimiento entre los crculos cortesanos. Se trata de una novedad pues, curiosamente, a pesar de que algo saban los castellanos, en pocas anteriores, sobre los grandes personajes de la literatura caballeresca europea (se conocen al menos los principales nombre artricos), no parece que haya habido la menor presencia de textos de dicha literatura. Podemos suponer una transmisin oral y aun juglaresca de las principales leyendas que recorran ya la mayor parte de las naciones de Europa. La situacin cambia por completo al iniciarse el siglo 14, es decir en el marco histrico de las regencias de Mara de Molina. Sin osar recurrir al concepto excesivamente moderno de propaganda, parece que durante los reinados de Fernando IV y Alfonso XI se pudo recurrir a las diferentes manifestaciones de la "cultura corts" trada de Francia y de la Inglaterra de los Plantagent para plasmar un modelo poltico basado en la supremaca de la monarqua sobre la nobleza y sobre la necesidad de dotar a los grupos armados de la sociedad (esencialmente la aristocracia) de una nueva tica capaz de, a la larga, reducir dichos grupos a la obediencia poltica. Efectivamente, la precoz muerte de Sancho IV, en 1295, inaugura ese "tiempo que es turbio", en expresin de Juan Manuel, es decir un perodo de unos 30 aos durante los cuales Castilla ha de afrontar una debilitacin mxima del poder regio (a causa de las minoras de Fernando IV y Alfonso XI), un poder regio cuya nica representacin se halla en la persona de la reina y regente Mara de Molina, esposa de Sancho IV, madre de Fernando IV y abuela de Alfonso XI. En este contexto, la aristocracia militar prxima a la casa real (que encarna perfectamente un Juan Manuel) se autodefine como un "tercer poder" susceptible, por tratarse de un brazo armado, de sustituirse al poder temporal de la corona tras producirse lo que se considera como un "vaco de poder" ya que ste se halla entre las manos de un ser -una mujer- desposedo de la realidad militar del poder (esta situacin quedar reflejada en obras literarias en que reinos sin verdadero rey y/o en una situacin provisional asumida por una mujer han de ser salvados por un hroe caballeresco : cf. Zifar o Amads por no citar ms que las obras autctonas). Pero si la realidad del poder reside en las armas, como lo piensa dicha aristocracia militar, sin que ningn poder trascendente pueda detener a ese poder, ello significa tambin que la prctica poltica no puede sino desembocar en la violencia. El inicio del siglo xiv es para Castilla uno de los momentos lgidos de lo que se ha venido a llamar "la violencia nobiliaria": grupos armados ejercen su violencia no slo sobre sus rivales sino tambin sobre los inermes : labradores, clrigos... El problema por lo tanto no es slo poltico, ideolgico, es tambin social. Una reaccin se hace indispensable y sta solo puede emanar de la corona, es decir de Mara de Molina. Amn de una serie de medidas concretas para frenar las violencias nobiliarias, se hace patente la necesidad de una reaccin a largo plazo. Esta vendr de la mano de la poltica cultural impulsada por la reina y sus descendientes, Fernando IV y, sobre todo, Alfonso XI : se trata de fabricar unos modelos culturales nuevos, susceptibles de infundir la idea de una monarqua tanto ms fuerte cuanto que sta se apoya en el grupo de los "caballeros", no en el de los nobles, no en la familia real, sino en unos caballeros cuyos orgenes importan poco porque la ligazn con el orden poltico que encarna el rey no es de ndole familiar o vasalltica (modelo feudal) sino el resultado de la unin simblica trascendente entre la realeza, como institucin y la orden de caballera, como aplicacin inalterable de una regla. El vnculo entre el rey y el caballero habr de descansar en la definicin misma de la orden de caballera. Y, en este sentido, las Partidas consiguen lo que no consegua el Espculo cuando se refiere a esos "mesnaderos" que son vasallos del rey, que es crear un vnculo de natura entre la realeza y la caballera. Entre esos aos 1302-1332, que es cuando se va a impulsar esta "pedagoga" poltica a la que me refiero, no se escatimarn medios para inscribir en la "letra" lo que ha de ser y lo que no ha de ser un reino; cmo han de comportarse y cmo no han de comportarse sus miembros. Ese ser uno de los primeros cometidos de la historiografa del momento, la Crnica de tres reyes, totalmente controlada por Mara de Molina, de mano de Ferrn Snchez de Valladolid, que no slo sirve de testimonio a contrario sino que es, asimismo, ocasin para la exposicin poltica. Pero, qu duda cabe que una escritura cronstica tan orientada juega con las cartas hacia arriba, sin esconder nada. Se precisaba un juego mucho ms sutil que provocase de manera casi involuntaria la adhesin ideolgica del receptor. Ese juego es el que los letrados allegados a la realeza van a buscar en los modelos literarios franceses. La funcin a penas solapada de su introduccin consciente y estudiada en Castilla era la de hacer que la caballera castellana, hasta ese momento desprovista de una ideologa especfica, hiciera suyos la representacin simblica, los preceptos y las misiones de la caballera corts, con todas las implicaciones polticas que semejante adquisicin deba acarrear (regalismo) y, al mismo tiempo, rechazara, por principio, todas las formas de violencia e injusticia relacionadas con un uso irracional, pasional, es decir egosta, de la fuerza armada. Esa doble vertiente, adquisicin de un modelo y rechazo de un contra-modelo caballerescos, constituye lo esencial de esa pedagoga caballeresca que los diferentes monarcas intentan erigir en una norma voluntariamente aceptada por todos los lectores a travs del "placer literario" que dichas obras deban suscitar. Dicha empresa pedaggico-poltica tiene una de sus primeras manifestaciones en una serie de obras de los primeros lustros del siglo xiv que han sido recopiladas en un cdice singular conservado hoy en la Biblioteca del Monasterio del Escorial con la signatura h-i-13. En palabras de Gmez Moreno, dicho cdice es un "magnfico testimonio del mbito de expectativas impulsado por la reina doa Mara (1342). Lo curioso es que el punto de partida de la ficcin caballeresca sea precisamente semejante confluencia entre los mitos literarios caballerescos y el imaginario propio del cristianismo es decir el de las vitae y la mariologa que es lo que conforta el modelo hagiogrfico. En otras palabras, la ficcin caballeresca irrumpe en las escena cortesana a partir de una adecuacin al mbito caballeresco del modelo hagiogrfico. En realidad no se trata de una novedad pues el casi nico antecedente caballeresco anterior al siglo xiv lo constituye la Gran conquista de ultramar que retoma aquello de la "materia de Francia" que poda ser adaptado a lo divino, es decir, la caballera cruzada y ms precisamente la gesta de Godofredo de Bulln. Lo dicho explica la estructura del cdice del Escorial: una simbiosis perfecta entre la tradicin religiosa (y su imaginario) y la ficcin literaria. As pues, encontramos 4 vitae (Estoria de santa Mara Egipcaca -pecadora redimida gracias a su conversin y a una serie de pruebas-; santa Mara Madalena; santa Marta y Santa Catalina) y 5 romans de tipo "caballeresco-hagiogrfico". Estos romans siguen casi todos un mismo esquema. Son importados de Francia y adaptados al mbito castellano en funcin de lo que sus "adaptadores" pretenden demostrar a saber: a) las vicisitudes de la reina Mara de Molina; b) un orden fuera de su orden y que necesita recobrarlo; c) criticar una injusticia y una maldad fundamentales como causadoras de todos los desordenes. En semejante contexto, el predominio e incluso protagonismo de las figuras femeninas es patente. En cuanto al esquema seguido, nos encontramos con: a) Abandono voluntario o involuntario (casos de difamacin) de la situacin de alto rango ocupada por el/los protagonistas; b) Calamidades, vicisitudes que ha de padecer el protagonista; c) Reinsercin, generalmente, tras la intervencin divina y una serie de anagnrisis, etc. Este esquema entronca, al fin y al cabo, con el de los recorridos iniciticos en la literatura tradicional. Y, en efecto, al final de cada uno de esos cuentos siempre se consigue algo nuevo, diferente, no es una vuelta a empezar. El recorrido sirve para realizar algn tipo de ascenso: todos tanto los buenos como los malos experimentan un cambio, ya sea "purificacin", "condena" o "santificacin". Por otro lado, estos primeros "libros de aventuras" caballerescas siguen el modelo de la "novela bizantina". Algunos de los "cuentos" de este cdice del Escorial (h-I-13) tendrn un xito sonado y sern ledos durante dcadas. Es el caso del Cavallero Plcidas que es la adaptacin de una Vie de saint Eustace en prosa del siglo xiii. La versin castellana basa su originalidad en la importancia dada al personaje de Tespita y a las vicisitudes de la pareja con sus dos hijos: los pierden, la pareja es separada, la familia vuelve a reunirse mucho ms tarde... un entramado narrativo en el que se vislumbra, por supuesto, la base de la historia de Zifar y Grima, una fuente claramente aludida en el Zifar que es, como sabemos, un producto del mismo entorno cultural, algo posterior cuya gnesis se extiende con toda probabilidad hasta los aos de plena madurez del proyecto poltico sobre la caballera de Alfonso XI. Es en este contexto de los aos 1340 cuando surge asimismo el Amads primitivo (el de los dos primeros libros) donde aparece un concepto de la caballera muy prximo al del Zifar. Habida cuenta de que esta literatura se configura a partir de los modelos franceses, tampoco ha de extraarnos que inmediatamente despus de los primeros textos hagiogrfico-caballerescos del h-I-13, es decir en las primeras dcadas del siglo xiv, se realicen las primeras adaptaciones ibricas del ciclo artrico, en particular, a partir de la Post-Vulgata (Estoire dou Graal) que es la vertiente textual utilizada en Castilla con preferencia, como lo demuestra la traduccin hecha en el siglo 14 por fray Juan Bivas. Desgraciadamente, nada se ha conservado de estos primeros testimonios de la literatura artrica castellana que conocemos, sin embargo a partir de copias y adaptaciones del siglo 15 que de alguna manera dan cuenta de la vigencia de los gustos literarios de los castellanos. Todas estas obras, las traducciones del siglo 14 como las adaptaciones del 15 introducen y desarrollan en la pennsula la fruicin por las novelas caballerescas, en las que destacan hechos de armas increbles, una presencia casi constante de lo maravilloso y la magia y la fuerza de la pasin amorosa como motor de las acciones del hroe pero tambin, en algunos casos de sus sufrimientos. Aunque, a pesar de todo, una de las caractersticas de la visin caballeresca del amor es que en estas novelas, contrariamente a lo que ocurrir con la ficcin sentimental de finales del 15, el amor del caballero heroico siempre triunfa. Tratamientos autctonos: se trata esencialmente de dos obras, el Libro del Caballero Zifar y el Amads de Gaula primitivo. El Zifar es una obra muy interesante puesto que mezcla varias tradiciones y varios gneros (lo caballeresco con lo didctico). Es una mezcla de lo que a la sazn poda aparecer como ms tradicionalmente autctono (el recurso a las formas didcticas del discurso: exemplum y sentencias, de origen oriental, tpicos del siglo 13 castellano) y por otro lado las formas literarias nuevas importadas de Francia (el "cuento" caballeresco con los "entrelazamientos narrativos" de diversas historias). Del Amads hay varias versiones, desde mediados del siglo 14 hasta finales del siglo 15, con la versin "definitiva" de Montalvo que, de alguna manera, hace desaparecer y conserva a la par las anteriores. Despus de Montalvo, el Amads se convierte en el modelo perfecto de "libro de caballeras" tal como dicho gnero florecer en el siglo 16. Frente a dicho modelo, el siglo 15 generar otro paralelo, inspirado por la crnica particular, el que Mart de Riquer ha venido en llamar "novela caballeresca", mucho ms realista y verosmil, "historia fingida" sobre un "cimiento de verdad", como dira Montalvo, y cuyo modelo genial saldr de la imaginacin de un caballero valenciano, Joanot Martorell. Ser Tirant lo blanc (pronto traducido al castellano como Tirante el blanco) que gracias a su verosimilitud se salvar de las llamas prendidas por el cura y el barbero de Don Quijote.
No cabe duda de que esta literatura caballeresca de aventuras (a la que hay que aadir subgneros como los "libros de viajes" -vase la recientemente publicada monografa de Lpez Estrada- o los textos de rituales caballerescos (como las relaciones de "pasos de armas", cartas de desafo...) era, en cuanto a la prosa la de mayor xito. Tanto es as que ciertos crticos han llegado a afirmar que la llamada "ficcin sentimental" del siglo 15 no es sino la concentracin sobre las cuestiones morosas de la literatura caballeresca. De hecho, el asunto no es tan sencillo. Hay que tomar en cuenta una gran encrucijada de influencias para entender lo que al fin y al cabo es la mayor "invencin" de la prosa castellana de ficcin del cuatrocientos.
El universo de la poesa cancioneril fragua la evolucin hacia una prosa sentimental. Esta poesa presupone una cultura de corte y quien dice cultura de corte en la edad media dice una revitalizacin de la "cortesa", tal como se gest en las cortes francesas de los siglos 12 y 13. Se trata por tanto de una cultura del amor. sta es la que desemboca en este verdadero boom de la poesa lrica que invade las cortes de los reyes Trastmaras, una poesa adems que va abandonando la expresin galego-portuguesa, sin duda a raz del sentimiento antiportugus de la corte de Enrique II y Juan I (pensemos en la derrota castellana de Aljubarrota), para crear una lrica corts por vez primera propiamente castellana y en castellano. Estos poemas de amor sin duda recitados en el transcurso de las reuniones cortesanas, pero tambin otras composiciones con otras temticas (religiosas, filosficas y morales, sociales, poticas, burlescas...) son recogidos en manuscritos de recopilacin de obras diversos a los que llamamos "cancioneros". De ah el nombre genrico dado a esta poesa: "poesa de cancionero" o "lrica cancioneril". Son muchos los cancioneros que desaparecieron puesto que pudieron ser "obras" de circunstancia, recopilaciones efmeras. Sin embargo se ha conservado ms de un centenar de ellos entre obras manuscritas e impresas. La mayor recopilacin de poemas del siglo 15 sali a la imprenta a principios del siglo 16, se trata del Cancionero general de Hernando del Castillo, publicado en Valencia en 1511.
La importancia de la temtica amorosa en la produccin potica cortesana del siglo 15 llev sin duda a algunos autores a poner en prosa la concepcin del amor expresada por la poesa y a escenificar con un entramado narrativo las mismas situaciones y experiencias amorosas que expresan los poemas. Podramos entonces hablar de una especie de "prosificacin" o puesta en narracin de la lrica cancioneril. En cualquier caso, no cabe la menor duda de que estamos hablando de un mismo universo social y cultural. Los primeros autores son pues los poetas de la corte que a su vez nos han dejado canciones de amor recogidas en los cancioneros. Es por tanto una prosa, no de prosistas, sino de poetas, de esos nuevos trovadores de las cortes de los Trastmara. El ejemplo ms patente acaso lo constituya Juan Rodrguez del Padrn, "trovador" gallego al servicio de reyes y seores, cuya vida se convertir pronto en leyenda (se le atribuyen apasionados amores con la reina, etc.). Pues bien, este trovador es adems el primer autor de una "ficcin sentimental", con su Siervo libre de amor (hacia 1439). Se trata an de un libro heterogneo y complejo, muy marcado por el alegorismo potico y por la representacin corts del amor (penitencia de amor...) as como por un estilo muy prximo al de la expresin potica. Pero en su ncleo central, el Siervo libre nos cuenta una historieta sentimental, especie de novella (as queda, por cierto, definida en el libro[1]) como podramos encontrarla en el Decameron de Boccaccio (ver infra). Se trata de la Estoria de dos amadores, Liessa e Ardanlier. Este gnero que aparece en el 15 est adems vinculado al mismo universo de recepcin que el de la poesa, es decir el entretenimiento de los miembros de la corte en quien se supone se halla la "cortesa". En otras palabras, al igual que la poesa de cancionero, la prosa sentimental nace "de", "en" y "para" la corte. Por fin, la presencia de los potico es incluso textual: muchas de estas obras son prosimetros, es decir mezcla de prosa y verso (Siervo libre de amor, Triste deleytacin, Arnalte y Lucenda...). Por consiguiente, el espacio literario de la lrica cancioneril y el de la ficcin sentimental son absolutamente confluyentes; es ms son producciones de un mismo mundo social y literario. No es de extraar, pues, no slo que traten de los mismos temas y con el mismo concepto, con el mismo espritu (el del amor neocorts cancioneril), sino que se trasladen a la prosa los "debates" y las "cuestiones" cortesanas sobre temas relacionados con el amor, expresados con los intercambios de coplas que recogen los cancioneros. Podemos hablar del debate sobre las mujeres, que no abandona a la corte durante un siglo, entre antifeministas y profeministas, debate ms literario y ldico que verdaderamente moral (para muchos autores se trataba de un ejercicio literario pues podan adoptar una posicin y seguidamente la posicin contraria). Citemos tambin las querellas y juicios sobre y contra el Amor, como ente personificado (gran seor, dios...). El Triunfo de amor de Juan de Flores es buen ejemplo de estos "ejercicios" ldico-literarios cortesanos.
La poesa lrica es la expresin de la conciencia, del "yo". El poema o la cancin de amor son siempre, en principio, la expresin potica de una experiencia amorosa real o imaginaria, propia (que es lo ms corriente) o de un prjimo real (mecenazgo). La gran diferencia entre la poesa lrica y la ficcin sentimental estriba precisamente en lo que da nombre a esto ltimo, la dimensin ficticia. Lo que aporta este gnero es precisamente el concepto de "ficcin literaria", es decir la invencin de unos personajes con una configuracin sicolgica altamente significativa, que se mueven en una "historia" cuyo desenlace es tambin altamente significativo. El poema es un gozo personal en el instante o la expresin de un sufrimiento. La novela lleva a cabo una completa evasin en la duracin. Todo esto nos remita a toda una serie de fuentes diferentes de las poticas que explican el origen preciso de esta ficcin sentimental.
Novela caballeresca:
Tenemos por un lado los episodios amorosos de la literatura caballeresca, en particular las obras del ciclo artrico donde abundan los encuentros amorosos. Pero el paso a la ficcin sentimental es la adaptacin de los episodios amorosos a un contexto no pico: mayor refinamiento, mayor protagonismo de la mujer, accin basada en el servicio corts a la dama, lejos de los deseos carnales. Parece como que se haya querido retomar el amor de los libros de caballeras pero visto o analizado desde el punto de vista de un pblico femenino. En las novelas caballerescas el hroe no puede sino ser un puro objeto de deseo amoroso por parte de las damas y doncellas. Por esa razn aunque los enamorados puedan tener dificultades, generalmente vinculadas al carcter ilcito de sus relaciones (adulterio, amor fuera del matrimonio...), de lo que se trata es de mostrar la fuerza y el triunfo del amor, segn la vieja frase atribuida a Virgilio, "omnia vincit amor", "todo lo vence el amor". El amor de las novelas caballerescas es "heroico" porque, al igual que el protagonista, siempre acaba triunfando. El modelo "feminizado" del amor segn la ficcin sentimental ser, en este aspecto, diametralmente opuesto: se trata de un amor basado en el carcter asinttico del deseo. El herosmo de los protagonistas residir, precisamente, en el sacrificio del amor y no en su realizacin. Contrariamente a lo que ocurre en los "cuentos" e "historias" caballerescas, en la ficcin sentimental nunca los amantes fueron felices ni comieron perdices.
Ficcin epistolar:
Para operar esta adaptacin se cruzan otras influencias literarias. En primer lugar tenemos la influencias del gnero epistolar sentimental y, concretamente, el modelo del mismo que es la ficcin epistolar latina. Las Heroidas de Ovidio acaso sean el mejor ejemplo de dicho gnero: se trata de 21 cartas de amor, sobre todo de la enamorada a su amante. Al formar parte del gnero elegaco son cartas de amor frustrado, de amor imposible a causa de la distancia o del olvido, de la traicin de uno de los amantes o de un contexto pblico que no permite dicho amor. La influencia de las Heroidas en la literatura medieval es enorme (cf. los procesos de lectura e imitacin en las escuelas). Pero la gran novedad del siglo 15 es que estos textos saltan a la escena de la corte pues de pronto tienen un pblico dispuesto a recibir y a apreciar su mensaje. As, por ejemplo, el mismo Juan Rodrguez del Padrn, antes citado, va a realizar una especie de traduccin al castellano de las Heroidas, es la obra llamada El Bursario. La huella ms visible de esta influencia en la ficcin sentimental, amn de los aspectos temticos (amor desafortunado, etc.) se halla en el recurso al intercambio epistolar, bastante frecuente en las obras castellanas: los protagonistas suelen intercambiar cartas, tradas y llevadas por el personaje central que sirve de vnculo entre ambos, amigo o confidente que a menudo llevar en la obra el nombre de "autor", es decir "narrador": lgicamente ello permite resolver el problema de la verosimilitud de una narracin. Ese narrador en 3 persona puede convertirse entonces en una especie de testigo ocular verosmil de lo acontecido a cada uno de los protagonistas, lgicamente separados uno de otro.
Novella italiana:
Por fin, hemos de hablar de la influencia italiana. All se fragu un gnero que acabar configurando de manera definitiva nuestra ficcin sentimental castellana. Se trata de la novella, concretamente en su vertiente sentimental, de la que el mejor exponente es el escritor florentino Giovanni Boccaccio (1313-1375) con obras como Madonna Fiammetta o el Filocolo, pero tambin las novelillas sentimentales que aparecen en diferentes jornadas del magno y genial Decameron, novela que encaja un centenar de cuentos o historietas, distribuidos en diez jornadas de manera temtica. A pesar de que todo nos lleva a suponer una influencia de Boccaccio en un autor como Rodrguez del Padrn, dicha influencia es evidente y palpable textualmente en los autores de la segunda generacin de la ficcin sentimental, Diego de San Pedro y sobre todo Juan de Flores, el ms boccacciano de los autores de ficcin sentimental. Con Boccaccio estos autores descubren una prosa tan intensa como breve, los refinamientos del anlisis psicolgico de los personajes, el monlogo erudito y la ficcin autobiogrfica, totalmente ausente hasta ese momento de las letras castellanas, con la excepcin de una obra tan particular como el Libro de buen amor del Arcipreste de Hita. De Italia lleg tambin una obra fundamental para fijar las pautas del gnero: la Historia de duobus se amantibus (1444) de neas Silvio Piccolomini que se tradujo rpidamente al castellano con el ttulo de Historia de dos amadores.
A pesar de las grandes diferencias que se pueden observar entre las distintas obras del gnero se trata de un relato relativamente corto, mayoritariamente en prosa. La historia versa sobre los amores generalmente desafortunados entre dos personajes nobles (a menudo una doncella o princesa y un caballero). Esquema argumental: el caballero queda enamorado al ver a la joven y solicita sus amores. Suele entonces aparecer un intermediario que pasa a convertirse en el narrador del relato ("autor"): es el encargado de realizar la comunicacin entre los amantes a travs del intercambio epistolar. Suele adems existir algn elemento externo o interno a la relacin (por ejemplo la ausencia de amor en la doncella) que vuelve imposible la realizacin ertica plena. Prcticamente todas estas obras son pues una celebracin del amor imposible.
Padrn, del que ya hemos dicho algunas cosas fue un modesto hidalgo gallego de la corte de Juan II. Tras una ajetreada vida sentimental y amorosa en dicha corte acaba entrando en 1441 al servicio de la orden franciscana. Se le suponen contactos culturales con Italia y algunos han llegado a afirmar que conoci a Piccolomini. Nos ha dejado una serie de poemas de cancionero, la traduccin de las Heroidas de Ovidio (El Bursario) a las que aade tres cartas suyas, el Triunfo de las donas -tratado en defensa de las mujeres- y la Cadira del honor, un interesantsimo panfleto contra las ideas de Bartolo de Sassoferratto sobre la nobleza. Padrn aboga por la postura tradicional, es decir la defensa de la nobleza de linaje. Por fin, el Siervo libre de amor (ca 1439) que es histricamente el texto castellano ms antiguo que podamos calificar de "ficcin sentimental". Es una obra tanto ms enigmtica cuanto que ha llegado en una copia nica bastante defectuosa que acaba de manera bastante abrupta. Sin embargo, parece que fue ideada por su creador de manera bastante organizada con tres partes claramente definidas. Se trata de tres partes genricas: 1. una confesin sentimental en 1 persona; 2. un tratado terico sobre el amor y 3. una novella sentimental. Padrn ha querido dar a estas 3 partes una divisin ms bien temtica:
1. "Bien amar e ser amado": relacin del "proceso de cartas de amores" entre el "autor" y su dama. La prosa sirve para introducir una serie de poemas de amor en los que el "autor" requiebra a su dama y celebra los gozos del amor.
2. "Solitaria e dolorosa contemplain" (amar sin ser amado) : la traicin de un amigo desleal hace pblicos los amores con la dama de alta alcurnia (tema trilladsimo en la literatura sentimental corts europea) lo cual implica que ante esta "traicin" del amante (los amores deban ser secretos) pone un trmino a las relaciones. Empiezan a partir de ah una serie de divagaciones poticas por bosques y selvas solitarios (tema de la correspondencia entre el estado psicolgico del poeta y la naturaleza). La desesperacin es tal que casi provoca el suicidio. Se aade entonces a modo de ilustracin la novella de Liessa y Ardanlier:
3. La "estoria de dos amadores" (Liessa y Ardanlier): se trata de dos jvenes enamorados que escapan para vivir su amor felizmente en el espeso bosque salvaje. Un da el padre de Ardanlier, el rey Croes, da con los perros de caza de su hijo y los sigue por el bosque. Llega hasta la morada donde se halla indefensa la joven y frgil Liessa. El padre amenaza a la joven y sta pide clemencia confesando que est embarazada. Pero el padre se siente deshonrado y no atiende a razones, con lo que desenvaina su espada y con ella traspasa a la vez el cuerpo de su nuera y de su nieto. Tras el crimen desaparece antes de que regrese Ardanlier. Cuando ste llega encuentra el cuerpo sin vida de su amada y decide poner fin a sus das con la misma espada. Cuando se hace pblico el triste fin de los "dos amadores" se les edifica un hermoso sepulcro donde puedan descansar juntos en paz y que pronto se convertir en lugar mgico de peregrinacin para todos los leales enamorados del mundo.
Se trata por lo tanto de una muy potica apologa del amor en acorde con los gustos de la corte de Juan II, la "ms enamorada" y artrica corte de las que conociera la Castilla bajomedieval. Al final de la obra se vuelve al relato del "autor" quien da con una extraa nave alegrica guiada por la dama Sindresis que simboliza el arrepentimiento y la aptitud para distinguir el bien del mal o juicio correcto, acertado (que es una de las definiciones de la virtud de "prudencia"). As que acaba como una especie de recorrido inicitico hasta cierta forma de sabidura.
En el fondo, Padrn no es exactamente un innovador si analizamos cada uno de los elementos que forman su novela: encontramos los temas clave de la amatoria cancioneril; la simblica caballeresca; el amor corts con la necesidad del secreto; la crueldad del padre inspirada en la novela artrica... Pero qu duda cabe que el hecho de reunir todos estos elementos en un conjunto homogneo y estructural es algo nuevo. Adems todo ello viene conjuntado gracias a un hilo narrativo y argumental que es el relato del "autor". En este sentido, Padrn se convierte en un verdadero precursor de la evolucin de la prosa en la Castilla de la segunda mitad de siglo. Al primer intento de Padrn hay que aadir la Satira de felice e infelice vida del Condestable Dom Pedro de Portugal, obra erudita que es un remedo del tema tan trillado de la "belle dame sans merci". En el mbito aragons surge otra obra con relacin a este gnero incipiente. Se trata de la annima (aunque gracias a las iniciales F.A.D.C. se supone que se trata de Fra Artal de Claramunt, amigo del prncipe de Viana) Triste deleytacin, compleja obra prosimtrica en 1 persona con una fuerte carga alegrica y que detrs del "auto de amores" bien podra constituir un relato en clave sobre los acontecimientos polticos relacionados con los derechos del prncipe Carlos de Viana o de Navarra.
Estas tres obras conforman lo que podramos llamar la 1 generacin de la ficcin sentimental que se desarrolla en el contexto de los reinos de Juan II y Enrique IV, ambos muy dados a los placeres cortesanos. Se trata de un gnero an en gestacin. Poco separado todava de sus fuentes ms inmediatas, en particular el universo potico de los cancioneros y su concepcin neo-corts del amor. Poco a poco, la prosa va a conquistar mayor autonoma con los dos grandes escritores de la segunda generacin: Juan de Flores y Diego de San Pedro.
Tenemos pocos elementos seguros sobre la biografa de Juan de Flores pues se han encontrado unos cuantos "Juan de Flores" en la segunda mitad del siglo 15. El autor parece estar vinculado a los duques de Alba y a los Reyes Catlicos en los primeros tiempos de su reinado. Flores, efectivamente, lleg a ser el autor de una Crnica incompleta de los reyes catlicos que queda interrumpida ex abrupto en el ao 1477 (acaso por muerte o enfermedad del autor). Sus otras obras son:
Triunfo de amor: de ndole universitario-cortesana. Es una especie de parodia universitaria de la literatura alegrica sentimental basada en la disputa entre los partidarios del seor o dios Amor y sus adversarios (los que aquejados por el amor han decidido combatirlo). Se desencadena as un terrible conflicto blico. Amor es hecho prisionero, juzgado y condenado a muerte. Flores entonces nos puede pintar irnicamente el espanto de un mundo sin amor lo cual lleva a la resurreccin de Amor, con claras resonancias cristianas. Tenemos incluso elementos carnavalescos, pues se nos pina un mundo al revs por ejemplo cuando se decide que sern las mujeres quienes deban cortejar a los hombres y no lo contrario como se sola hacer. El Triunfo de Flores no es propiamente una ficcin sentimental ya que apenas respeta los parmetros formales e ideolgicos del gnero. Est ms bien envuelto en el marco de las disputas y de los debates alegricos en una atmsfera que, como la de muchos poemas de cancionero es eminentemente ldica, es decir de entretenimiento. La alusin en el texto "al rey de Castilla" sugiere una fecha de composicin anterior a 1474, fecha de la muerte de Enrique IV. Si se hubiera tratado de Fernando hubiera aparecido como "rey de Aragn" o, a lo sumo, "de Aragn y Castilla", aunque lo frecuente era utilizar el plural "los Reyes" o "la reina", si se trataba slo de Castilla. Sus obras, posiblemente "posteriores" son bastante diferentes.
Grisel y Mirabella (tal vez hacia 1480): parte de una de las novelas del Decameron de Boccaccio, la 1 de la 4 jornada, es decir la triste historia de Giscardo y Guismunda. Tancredo, prncipe de Salerno mata al amante de su hija Guismunda y le lleva el corazn del joven difunto. La enamorada lo toma, lo mezcla con agua envenenada y bebe la mezcla para darse la muerte. Flores cambia bastante este argumento. Grisel , caballero, y la princesa Mirabella son dos amantes secretos. Al ser sorprendidos se inicia un largo juicio para saber quin tiene ms culpa en el inicio del amor, el hombre o la mujer (cf. debate cortesano sobre las mujeres). La causa de las mujeres es defendida por Braayda mientras que la de los hombres es defendida por Torrellas (personaje que alude al poeta cataln homnimo que se haba hecho famoso a causa de unas coplas contra las mujeres). Con un tribunal compuesto exclusivamente de hombres, como lo hace observar Braayda, lgicamente, triunfan stos y las mujeres son declaradas culpables de provocar el amor. Ello significa que ser la pobre Mirabella quien, a pesar de ser hija del rey, deba pagar por ello con su vida. Pero Grisel no lo permite y para evitar el cumplimiento de la condena decide darse la muerte. Gesto desesperado e intil ya que sin Grisel, Mirabella no desea vivir y se tira desde lo alto de una torre al foso donde es, adems, devorada por los leones de su padre el rey. La historia no acaba aqu pues Flores debe contentar a su pblico esencialmente femenino: despus del juicio, resulta que Torrellas se enamora de Braayda que puede as, con la complicidad de la reina y las otras damas, tenderle una trampa de la que no saldr con vida: creyendo que va a gozar a Braayda en un lugar secreto, en realidad es agredido por todas las damas, atado, desnudado y torturado lentamente hasta la muerte. El cuerpo es luego quemado y las damas se reparten las cenizas y las guardan en una especie de relicario en forma de medalln que se ponen alrededor del cuello en recuerdo de su para ellas justificada venganza.
Breve tratado de Grimalte y Gradissa (seguramente, poco antes de 1486): la huella de Boccaccio sigue siendo importante puesto que esta obra es una especie de continuacin de la historia de la Elegia di Madonna Fiammetta. Un tal Grimalte que hace la narracin en 1 persona dice tener una "amiga", Gradissa, a quien da a leer el libro de Fiammetta (la obra de Boccaccio). Indignada por el final de la novela (se trata de una mujer casada que se enamora de Pnfilo, poniendo en entredicho su honra, y al cabo de un tiempo es engaada por el inconstante que desaparece supuestamente para cuidar de su padre cuando en realidad se ha enfriado su sentimiento amoroso y al poco tiempo se enamora de otra mujer, quedando la pobre Fiammetta de lo ms escarnida), Gradissa impone a Grimalte una singular prueba de amor: deber ir en busca de los personajes de la novela y conseguir que vuelvan a amarse. Al cabo de muchos viajes y no pocos sinsabores consigue Grimalte dar con Fiammetta y, ms tarde con Pnfilo. Se entrevista con uno y otro y hasta consigue que stos vuelvan a verse, pero en vano. Fiammetta acaba muriendo de dolor. Esta muerte tendr un efecto catalizador pues entonces Pnfilo toma conciencia de la fuerza del sentimiento amoroso de la duea y rodo por el remordimiento decide ir a vivir como salvaje por los desiertos de Asia donde, para colmo de desgracias, se le aparece cada noche el fantasma de su antigua amada a quien persiguen monstruos infernales. En cuanto al pobre Grimalte, embajador desafortunado, escribe a Gradissa para dar cuenta de su fracaso y anunciarle su intencin de reunirse con Pnfilo en su insoportable purgatorio en vida.
En estas dos obras aparecen las caractersticas de las novelas de Flores: cierta exageracin en los asuntos violentos y en desenlaces dramticos, incluso fnebres o macabros. Un argumento simple y conciso que viene subordinado a largos procesos dialgicos : se trata de grandes parlamentos o razonamientos de los personajes a travs de los cuales trasluce un prosista confirmado (mientras que Padrn, por ejemplo, es mucho ms escueto y potico). El ltimo elemento caracterstico es la presencia incuestionable de una tradicin literaria, sobre todo la de Boccaccio, por ejemplo con los diferentes niveles literarios de Grimalte que, al mismo tiempo, resultan de una perspicaz lectura de la obra del italiano. Efectivamente, Flores no hace sino continuar la convencin de ficcionalidad impuesta por Boccaccio en su Fiammetta. Curiosamente, el protagonista de Boccaccio asume todas las funciones literarias: la de narrador en 1 persona, desde luego, pero tambin y sobre todo la de "autor". Dentro del espacio textual Boccaccio no existe mientras que el personaje "Fiammetta" se declara autora del texto que sigue para el cual quiere, como lo dice en una especie de "falso" prlogo, la mayor difusin posible entre las mujeres con el fin de que les sirva de exemplum y de escarmiento ante los peligros del amor. Ante tal convencin, lgicamente cualquier lector de la novela -como por ejemplo Gradissa- ha de considerar que Fiammetta es un personaje de carne y hueso al que se puede buscar y encontrar. De ah esa ya menos peregrina demanda encomendada al bueno de Grimalte.
Las obras de Flores obtuvieron un xito bastante sonado, sobre todo despus de su impresin (Lrida, 1496), renovada durante el Renacimiento. En el siglo 16 se leyeron por toda Europa y fueron traducidas a las principales lenguas de Europa (italiano, francs...).
Parece que form parte de la corte de los Reyes Catlicos sirviendo a grandes familias como los Girn. Se trata de un poeta tpico de la ltima generacin de la poesa de cancionero (complicacin formal, paradojas, contradicciones, juegos de palabras, agudezas...). Como prosista tuvo mucha ms originalidad pues es l mismo quien ha fijado con mayor exactitud lo que seran luego las pautas genricas de la ficcin sentimental. Sus dos novelas y concretamente Crcel de amor, sern los modelos del gnero.
Tratado de amores de Arnalte y Lucenda (hacia 1491): San Pedro aparece como "autor" es decir como narrador. Hay pues una forma de ficcin autobiogrfica ya que se supone que viaja por sierras deshabitadas y llega hasta una negra morada donde se encuentra con un extrao personaje quien le propone contarle la historia de sus amores con una dama llamada Lucenda si el autor acepta antes componerle un panegrico a la reina Isabel. El autor lo hace, tras lo cual Arnalte podr iniciar el relato de sus peripecias por ver a Lucenda, por hablarle , por enviarle cartas, buscar entrevistas... Tambin le cuenta cmo solicita la ayuda de un amigo suyo, Elierso, quien se mostrar tan solcito ante Lucenda que provocar su amor s, pero hacia el emisario y no hacia el emisor. Cuando van a casarse Lucenda y Elierso, Arnalte, enfurecido se bate en duelo con el amigo traidor y lo mata. Es entonces cuando el amor de Lucenda se convierte en algo totalmente imposible. sta se encierra en un convento y a Arnalte no le queda ms remedio que aislarse en las montaas.
Crcel de amor (publicado en 1492): el narrador se encuentra con el personaje de Leriano en una escena bastante alegrica en la que aparece dentro de una singular comitiva que lo lleva preso y encadenado (se trata de una metfora de la pasin y el deseo con personajes simblicos tradicionales como los hombres salvajes). El autor decide ayudar a Leriano para que pueda salir de esa "crcel" en la que ha cado a causa de su amor por Laureola. As, el autor har de medianero intentando conseguir algn motivo de esperanza por parte de la amada. Pero sta resulta inflexible. Slo ante la amenaza del suicidio acepta contestar a las cartas de Leriano. As puede sanar un tanto el caballero y presentarse a la corte. El cruce de miradas entre ambos, en ese espacio tan pblico que resulta ser la corte produce rubor y desazn en ambos, lo cual es observado por el intrigante y maldiciente Persio que aprovecha para acusar injustamente a Laureola de mantener relaciones secretas con Leriano. Aquilata su acusacin comprando dos falsos testimonios. Ello es suficiente para que Laureola sea encerrada en lo alto de una fra torre. De manera altamente caballeresca, Leriano intenta probar la inocencia de su amada a travs de unos duelos judiciales que no son aceptados por el rey. Entonces debe pasar a la accin blica y levanta un ejrcito para liberar a la joven. En el transcurso de la accin se sabe la verdad, los enredos de Persio y los falsos testigos y adems se consigue la caballeresca liberacin por las armas de Laureola. sta queda, por lo tanto, limpia de la mancha impuesta por Persio. Pero la gran paradoja -sobre todo si comparamos esta novela con episodios anlogos del Amads de Gaula- es que a pesar de que ha sido liberada por Leriano, ella no puede manifestar hacia ste el menor reconocimiento ni el menor sentimiento amoroso porque, de lo contrario, su comportamiento le dara razn a la acusacin de Persio o por lo menos levantara sospecha. Con lo cual el amor es, de nuevo, un imposible. Desesperado, Leriano no tiene ms remedio que encerrarse en su casa y estirarse en su lecho hasta la muerte, que le llega en poco tiempo, pensando en el sublime amor que profesa hacia su dama venerada. Esta obra tuvo tambin un sonado xito y hasta se lleg a escribir una continuacin.
[1]. Podemos leer al final de la historia la rbrica siguiente: "Aqu acaba la novella". Cf. Juan Rodrguez del Padrn, Siervo libre de amor. Ed. de A. Prieto. Madrid: Clsicos Castalia, 1986, p. 107.